En su visita al Salón Cabriales de Pintura Figurativa, dedicado en su honor, el maestro Vigas demostró una fuerza increíble, motivado por los halagos de todos los asistentes, con calma y serenidad, atendió a cada uno de sus seguidores, a quienes firmó los catálogos, finamente editados por la Fundación Cabriales y con textos de Simón García y Alfredo Fermín. Su fiel Janine no descuidó cada detalle para hacer más sublime el homenaje.
Vigas quedó sorprendido al ser recibido por niños de la Coral de la E.B. “Monseñor Bellera Arocha”, quienes interpretaron la hermosa canción “…porque el maestro Vigas es pintor”, escrita por el cuentacuentos Pío Lara. Asimismo, obsequiaron una colección ingenua de su obra, a partir de los dibujos hechos por los estudiantes de las escuelas asociadas en el “Salón Cabriales visto por los niños.”
Acompañado por el artista Paco Bugallo, admiró cada una de las 34 obras que integran la exposición en la Galería de Arte del Parque Negra Hipólita y comentó sobre el merecido primer premio que ganó Samuel Sarmiento, artista autodidacta quien envío su obra “Descubrimiento en el cauce” desde el estado Zulia.
Muy alegre y con jocosas metáforas, el maestro agradeció la presencia de familiares y amigos, entre ellos, Jacinto Salas, al recordar que hace más de 70 años partieron de Valencia para estudiar en Mérida. “Me gradué de médico pero nunca ejercí porque le tengo miedo a los enfermos y a las enfermedades, especialmente a las mías, pero mientras más se enferma uno, más dura. Ahora no tengo miedo a la muerte porque dejé cosas que van a seguir viviendo cuando yo me vaya”.
Recuerdo cuando de niño yo venía a pescar al Cabriales, -expresó Vigas- ese tiempo se acabó pero el río sigue allí. Venezuela ha tenido épocas muy brillantes y aunque la de estos días es oscura, todavía hay puntos que brillan como es el caso de nuestra ciudad. Esa luz que siempre iluminó a este suelo y al Ateneo de Valencia, con personajes inolvidables como Luis Eduardo Chávez, Frida Añez, Arturo Machado y tantos otros que nos dieron orgullo a nivel nacional e internacional.
“Valencia fue la luz que iluminó el siglo XX, cuando en el año 1955 se hizo una exposición Internacional del Ateneo en honor a su aniversario, donde participaron grandes artistas de nuestro tiempo como Pablo Picasso”.
También recordó que fue en el Ateneo de Valencia, donde a los 16 años de edad y vistiendo pantalones cortos, ganó el Salón Michelena en el año 42. “Desde entonces he expuesto en Valencia, pero no como yo hubiera querido”.
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